Alergia a medicamentos: los más peligrosos, incluyendo la ‘antirresaca’

La alergia a un medicamento es una reacción del sistema inmunitario a ese fármaco. Cualquier medicamento (de venta libre, con receta médica o a base de hierbas) puede provocar una alergia en el cuerpo. Sin embargo, existen ciertos remedios que causan alergia con mayor frecuencia, que pueden ser leves, incluso, graves.

El Dr. Jaime Guggiari, especialista en Alergia e Inmunología, indicó que las alergias a los medicamentos van en aumento en consonancia con el hallazgo de soluciones a los problemas médicos, soluciones que se realizan justamente a través de la medicación a los pacientes. “Llegada cierta época de la vida, el paciente toma medicamentos para la presión, el colesterol, el azúcar, para el cáncer hay un arsenal de medicamentos válidos y eficientes, sin embargo, el organismo encuentra esos fármacos como ‘extraños’ y reacciona contra ellos”, explicó el especialista en entrevista con Arriba HOY.

En esa línea, el alergólogo detalló que hay un espectro amplio de reacciones que puede ir desde lo más leve hasta, incluso, la muerte. Pero normalmente se presentan solo las leves, como urticaria, hinchazón de labios, lengua, rostro y párpados, eczemas. No obstante, las graves producen quemaduras extensas en el cuerpo.

Mientras que, en el caso de las alergias específicas pueden desencadenar en un cuadro de anafilaxia, cuyos síntomas son cólicos o dolor abdominal, diarrea, dificultad respiratoria, confusión o desmayo, voz ronca, náuseas o vómitos, pulso rápido, palpitaciones y urticaria en diferentes partes del cuerpo.

“El paciente consume un medicamento, sufre un cuadro anafiláctico y si no recibe asistencia médica, fallece a los 3 a 5 minutos. Los medicamentos pueden reaccionar, no necesariamente por alergia, generando reacciones que se denominan “farmacodermias”, que son quemaduras en el cuerpo, dentro de las cuales la necrólisis epidérmica tóxica y el síndrome de Stevens-Johnson tienen 30% de fatalidad”.

Un aspecto importante que destacó el profesional fue el concepto arraigado de nuestra de sociedad de “yo siempre tomo, no me va a pasar nada”, considerado como factor de riesgo. “Nunca vas a ser alérgico a algo con lo que nunca tenés contacto, es decir, el hecho de consumir de forma intermitente incrementa el riesgo. Al tomar todos los días un remedio genero es una ‘tolerancia’, pero si lo dejo y lo vuelvo a consumir, incremento el riesgo de generar una alergia”, explicó.

Las mujeres son las más afectadas - indicó que el doctor - debido a que, son las que más se medican en el mes, por a los diferentes problemas de salud, además que consultan mucho antes que los hombres. En caso de tener alergia al medicamento, explicó que, de acuerdo al historial clínico, se puede descubrir cuál es y reemplazarlo por otro, no obstante, hay casos en que se recurren a ciertas pruebas para determinar con exactitud.

Pero, ¿qué sucede en el caso de que un paciente tenga reacción alérgica a un medicamento indispensable, como en el caso de los oncológicos?

El doctor respondió que se recurre a la desensibilización. “Le curamos al paciente de su alergia al remedio. En ese caso se diluye la medicación en un millón de veces y se va aumentando paulatinamente hasta llegar a la medicación pura de vuelta”.

MEDICAMENTOS QUE DESARROLLAN REACCIONES

En primer lugar están los antibióticos, que tradicionalmente causan reacciones anafilácticas; les siguen los analgésicos y los antiinflamatorios.

Luego los anticonvulsivantes que se utilizan en pacientes neurológicos y que tienen un porcentaje alto de reacciones severas. Existe una predisposición genética para este tipo de reacciones denominada HLA y para determinar se debe realizar el test genético. Con el resultado se sabrá si puede presentar reacción adversa a los anticonvulsivantes, agregó.

INTERNACIONES POR REACCIÓN AL MEDICAMENTO

Sobre ese punto, el doctor Guggiari indicó que el 7 % de las internaciones en los hospitales son a causa de las reacciones por medicamentos, mientras que, un 2% presentan dichas reacciones durante la internación y un 20 % de los que consultan por algún problema manifestaron que son alérgicos a un fármaco.

LOS NIÑOS

En época de otoño-invierno, los niños están medicados por el aumento de los cuadros respiratorios, lo que va acompañado de analgésicos y antiinflamatorios. El 90 % puede presentar reacciones cutáneas, en otros casos se presentan síntomas en la mucosa oral o intestinal, vaginal (en el caso de las niñas), que pueden producir dolor, sangrado, ardor o molestias.

“Los padres deben estar atentos a los síntomas. A veces estos aparecen a los 5 a 10 minutos después de consumir el remedio, el niño puede sentir náuseas o vómito”.

No existe un estudio que prediga que un niño será alérgico a un medicamento o si va reaccionar o no, los que hay son para corroborar y certificar qué medicación fue la que le reaccionó.

¿Y EL MEDICAMENTO PARA LA RESACA?

Guggiari explicó que dicho fármaco contiene dipirona, cafeína, entre otros componentes, que ayudan al organismo a, de cierta manera, funcionar a pesar del alcohol en sangre y a calmar los efectos de una noche de farra, también produce reacciones alérgicas.

Finalmente, el especialista advirtió que el consumo excesivo de analgésicos y antiinflamatorios causa daño renal, es decir, con el tiempo puede producir una insuficiencia renal crónica.

Se buscan: 100 personas son reportadas al mes, muchas de ellas, menores de edad

En lo que va del año, la Policía Nacional recibió 302 denuncias por la desaparición de menores de edad en Paraguay. Las cifras son alarmantes y se requiere de un sistema de alerta y registro de estos casos.

El caso del niño Loan, desaparecido en Corrientes, Argentina, presumiblemente una víctima de trata de personas, sacó a relieve la situación de las personas que están con paradero desconocido. En Paraguay son miles los ciudadanos reportados como desaparecidos. Uno de los tantos casos que conmocionó a la sociedad fue el de la niña Juliette o como cariñosamente le dicen sus familiares: Yuyú, desaparición ocurrida un 15 de abril del 2020.

De acuerdo con los datos brindados por el Departamento de Estadística y la Dirección de Prevención y Seguridad de la Policía Nacional, entre el 2018 y 2023 se denunciaron 9.184 casos de desaparición de personas. En el 2018 se reportó la desaparición de 2.369 personas (1.467 menores y 902 mayores). En el 2019 la cifra fue de 1.730 desaparecidos (1.104 menores y 626 mayores). En el 2020 hubo 1.554 reportes (959 menores y 595 mayores). En el 2021 fueron 1.197 personas que estuvieron desaparecidas (734 menores y 463 mayores). En el 2022 el número fue de 1.374 (868 menores y 506 mayores). Y en el 2023 se reportó la desaparición de 960 personas (474 menores y 486 adultos).

La Crio. Lucía Ávalos, del Departamento de Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas, mencionó en entrevista con el canal GEN que muchas veces se denuncia la desaparición, pero no así la localización de la persona. Indicó que, no hace falta esperar para denunciar este tipo de hechos, porque las primeras horas son cruciales. Sostuvo que el protocolo establece que las comisarías deben recibir la denuncia y no esperar las 48 horas como habitualmente se acostumbraba a realizar. Si una comisaría no quiere recibir la denuncia, se debe recurrir al Ministerio Público.

Por su parte, Óscar Pereira, viceministro de Seguridad, expuso que, en promedio se denuncia la desaparición de 90 a 100 personas cada mes, de las cuales son localizadas prácticamente el 80 %. “Hay una atención permanente a estos casos de denuncias. También tenemos menores de 0 a 17 años, en este primer trimestre, hubo 125 denuncias de desaparición, de las cuales fueron localizadas 98 víctimas. Todas estas denuncias que llegan a las dependencias policiales, sí se les toma con preocupación, con interés y se busca dar respuesta en la brevedad”, acotó a la radio 650 AM.

En marzo de este año, la Cámara de Diputados dio media sanción y remitió al Senado el proyecto de ley que “establece el marco legal para el procedimiento de búsqueda de personas desaparecidas y crea su registro”. La propuesta pretende emular sistemas internacionales.

La propuesta plantea la creación de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (Conade), integrada por el Ministerio del Interior, Corte Suprema, Policía, Fiscalía, Ministerio de Salud, el Ministerio de Desarrollo Social, Asociación de Familias de Desaparecidos y otros. También establece la creación de un sistema de alertas denominado “Emergencia de Máxima Atención (EMA)”.

Desde la Asociación de los Familiares Desaparecidos de Paraguay esperan que en el Senado se trate lo antes posible esta propuesta. Actualmente se encuentra en análisis en las comisiones asesoras de la Cámara Alta.

OTRA PROPUESTA

El jueves pasado, el ministro de la Niñez y la Adolescencia (MINNA), Walter Gutiérrez, presentó la propuesta de creación de un sistema de alerta denominado Emergencia de Máxima Atención (EMA), para complementar proyecto de Ley “De búsqueda y localización de niñas, niños y adolescentes desaparecidos y que crea el Registro de Personas desaparecidas” que se encuentra en el Senado.

Con esta propuesta se plantea el fortalecimiento y la creación de la Dirección Nacional de búsqueda y localización de personas desaparecidas de la Policía Nacional, desde una perspectiva más operativa.

Nota relacionada: Proponen crear un sistema de alerta para búsqueda de personas desaparecidas

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El Paraguay prehistórico tendría un rol más importante del que se cree

En algún momento del arcaico, el actual Amambay pudo ser el núcleo desde donde se lanzaron los distintos grupos humanos que poblaron el centro y este del Brasil, y quizás también zonas del territorio argentino y más al sur, según lo constató un equipo de arqueólogos españoles, cuya investigación reconoció los vestigios del arte rupestre del cerro sagrado de la comunidad Pâi Tavyterâ.

Por Gonzalo Cáceres - periodista

“Había un vacío de Paraguay en los libros de prehistoria y arte rupestre, y ahora no solo no está vacío, sino que se llena con algo espectacular, de lo más antiguo”. Estas palabras del consagrado arqueólogo José Antonio Lasheras dieron pie a todo tipo de comentarios, porque lo que su gente recogió en lo profundo del Amambay cambió la percepción de nuestro pasado remoto.

“CENTRO DEL MUNDO”

El Cerro Guasu es el centro de la cosmovisión Pâi Tavyterâ, comunidad indígena guaraní que, conforme indica el decir popular, lleva cientos de años, incluso miles, en la zona del Amambay. Los nativos lo denominan ‘Jasuka Venda’, donde cuentan que el Dios supremo (Ñande Ru) inició la creación de la Tierra y de la humanidad.

Como en contados lugares, el Cerro Guasu posee la singularidad de que, entre sus paredes y galerías esconde la presencia de arte rupestre prehistórico, que son parte de la identidad de los nativos. Por ello, la comunidad, como propietaria legal del sitio desde 1992, solicitó la colaboración del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, que se encargó del estudio y catalogación correspondiente.

El arte rupestre del Cerro Guasu no representó ninguna novedad para los paraguayos en su momento, ya que era conocido desde la década de los 70, pero sí lo fue para la comunidad científica internacional.

ITAGUY GUASU

Es así que la misión llegó al referido profesor Lasheras, quien trabajó en el caso entre 2004 y 2011, porque se le autorizó, por primera vez, y gracias a la iniciativa de los custodios de la comunidad nativa, la investigación del ‘abrigo 1′ llamado Itaguy Guasu, el de mayor valor simbólico para los Paî Tavyterâ.

“Diariamente sometíamos a su consideración el plan de trabajo y comentábamos cualquier incidencia; ellos lo valoraban, condicionaban, aprobaban y lo supervisaban; nos revelaron lo que sabían de ese sitio, de sus grabados en la pared y de lo que hallábamos al excavar”, escribió Lasheras.

La excavación se dio entre el 2 al 19 de abril de 2008, lapso en el que fue inventariado un lote de 1.353 motivos (todos grabados) de arte rupestre “y se prospectaron otros dos abrigos en el mismo cerro, y otros tres en la sierra de Amambay”.

“El abrigo (Itaguy Guasu) se abre en la falda del cerro, cerca de la base, donde afloran unos estratos formando un escalón en el que también hay otros dos abrigos próximos: uno pequeño a 500 m al este, denominado Itaguy’i, y el segundo, a 500 m al este del anterior, Itaguy Mirî, grande como Itaguy Guasu; los tres tienen similares grabados en sus paredes y presentan en superficie idéntica industria lítica (herramientas de piedra producidas por la actividad humana), de la que también había pruebas a lo largo del sendero que los une”, describe el documento académico.

Los investigadores notaron que los grabados fueron plasmados con “estilo de pisadas”, que es una denominación acuñada por el austriaco Oswald Menghin (1957) para un tipo de arte de la Patagonia, caracterizado por una técnica con predominio de surco profundo, para la representación de las huellas de ñandú, puma, guanaco y humanas.

Foto: Museo AltamiraFoto: Museo Altamira

Este mismo arte rupestre tuvo otras denominaciones como “abstracto-representativo”, “abstracto-representativo esquemático” y fue también encontrado en otras regiones de Sudamérica.

EVIDENCIA

En Itaguy Guasu también se encontraron “puntas bifaciales (posiblemente de flechas)”, además de los restos de “un hogar cuya base fue datada por termoluminiscencia” en aproximadamente 5.000 a.C, tratándose de “la datación más antigua para un poblamiento humano en todo el valle del río Paraguay”.

La hipótesis apunta a que el Cerro Guasu funcionó como “un lugar de habitación” capaz de acoger durante cierto tiempo a un grupo numeroso (quizás un clan o grupos de clanes), pero “no hay indicios concretos para afirmar o distinguir si se trata de ocupaciones estables (por tiempo indefinido)”, o de ocupaciones estacionales “en función de una planificada explotación del territorio según diferentes recursos disponibles”.

Los análisis arrojaron que los rastros de actividad humana en el Cerro Guasu se remontan al periodo Arcaico/Holoceno medio (8.500-4.000 a.C), aunque la cronología varía de un autor a otro (por ejemplo, para el francés Adrien Prous la periodización del Arcaico/Holoceno correcta es entre 12.000-9.000 a.C).

“Cabe deducir de la densidad y la homogeneidad técnica y temática de todo el arte rupestre que hay en el abrigo (...), industria lítica y arte, permiten pensar en ocupaciones prolongadas o reiteradas del mismo grupo o de grupos distintos de la misma comunidad cultural: personas con el mismo utillaje (al menos el de piedra) e idéntica expresión simbólica (al menos la grabada en la pared) fruto de similares ideas habitaron en el abrigo periódica o recurrentemente durante algún tiempo del Arcaico”, explicó Lasheras.

TEORÍA REVOLUCIONARIA

Todos los sitios conocidos con arte rupestre se ubican en la zona de cerros del Amambay, a orillas del Aquidabán; del arroyo Ypané y del arroyo Yguau, en la zona circundante al Parque Nacional de Cerro Corá, algunos dentro del propio parque, y en un sitio aislado en el Yvytyrusu, cerca de la actual Villarrica, conocido como Itá Letra.

Lasheras indicó en sus supuestos que “la asociación de los planoconvexos con puntas para arma arrojadiza de talla bifacial (flechas)” encontradas en el Cerro Guasu contribuye a “revisar” las tesis anteriores, porque “también puede leerse que en Amambay, hace más de 5000 años, se utilizaban conjuntamente instrumentos que aparecen por separado en diferentes ámbitos geográficos”.

Es decir, los motivos del arte rupestre que el equipo de Altamira registró del Cerro Guasu sirven “para distinguir diferentes territorios y culturas del centro y este de Brasil”, pero aparecen en el actual Paraguay “conjuntamente al mismo tiempo”.

“Creemos que quizás en Paraguay, en lo que ahora llamamos Amambay, se generó un discurso, unas ideas que se acompañaban de unos signos, que esos signos se ordenaron aquí y luego esos signos se extendieron por todo el continente, y esta es una aportación muy importante que en este momento hace Paraguay a la prehistoria del continente”, manifestó Lasheras en una conferencia posterior a la excavación.

El estudioso español elevó la trascendencia del abrigo Itaguy Guasu al nivel del abrigo GO-JA-O113, yacimiento arqueológico localizado junto al río Verde, próximo a la ciudad de Serranópolis, que ya fue excavado y clasificado, siendo la principal referencia cronológica para la industria lítica (en la transición del Pleistoceno al Holoceno) en Goiás y todo el Brasil central. “Las muestras pueden tener la misma representatividad y valor de referencia”, aseguró.

LA TEORÍA VIKINGA

La expedición española dio una respuesta científica a la realizada décadas atrás, por un equipo del Instituto de Ciencias del Hombre de Buenos Aires, que visitó alguno de estos sitios con arte rupestre en el Amambay, y uno en la sierra de Yvytyruzú, y “publicaron alguna foto y dibujos de los petroglifos afirmando que eran caracteres rúnicos y atribuyéndolos a la presencia de vikingos (Jacques De Mahieu 1972, 1975)”, versión que caló hondo en la creencia popular.

Lasheras observó que la expedición del polémico De Mahieu “no tuvo crédito fuera de Paraguay” porque la teoría vikinga fue “rechazada científicamente” por arqueólogos del nivel de Juan Schobinger (1977-1978,1981-1982 y 1982) y Mario Consens (2002).

RESULTADOS

“Este tipo de arte rupestre y las fechas que se han recolectado, por un sistema de datación absoluta y de radiología hemos obtenido la fecha más antigua para este tipo de arte, en todo el continente. En Brasil no está bien datado, no se conoce bien la cronología de este tipo de arte de signos grabados”, comentó Lasheras.

Recordó que en Argentina los arqueólogos piensan que los grabados más antiguos pueden ser de hace 4.000 años. “Nuestra fechación más antigua es de 5202 años, por lo tanto, es la más antigua. La tenemos asociada a la industria lítica, que es la más antigua del continente. Por lo tanto, aquí (en Paraguay) tenemos las fechas más antiguas con el tipo de objetos”, insistió.

CONCLUSIÓN

El abrigo Itaguy Guasu de ‘Jasuka Venda’ (Amambay, Paraguay), caracterizado por “un único tipo de arte rupestre definido por representaciones abstractas” y de pisadas animales y humanas; por una “industria lítica caracterizada a su vez por útiles planoconvexos unifaciales y puntas arrojadizas bifaciales”, y con una datación precisa: 5212-323 (a. C)”, se erige como “una referencia para su contexto ambiental, el Amambay, y para una amplia región de América del Sur durante el Arcaico”.

La primera publicación a partir de documentación in situ del arte rupestre del Paraguay es el referido artículo (boletín SIARB) del profesor Lasheras, junto con Pilar Fatás, Ramón Montes y Emilio Muñoz, desde ya la marca arqueológica para el Paraguay prehistórico.

Para tragedia del estudio de nuestro pasado remoto, el profesor José Antonio Lasheras falleció víctima de un percance automovilístico en 2016. Desde entonces, se apagó la iniciativa arqueológica en el Cerro Guasu, a priori el sitio del poblamiento más antiguo (conocido) de nuestro país y de la región.

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Bajante crítica de los ríos: el Paraguay a un nivel preocupante, el Paraná aún resiste

Pese a que atraviesa por una situación complicada, el comportamiento del río Paraná es aún más estable en varias localidades, en comparación al río Paraguay, cuyos niveles no son normales a esta altura del año y se van agravando por la falta de lluvias. Sus efectos a largo plazo son impredecibles, pero la navegabilidad, indiscutiblemente, la más vulnerable y en efecto, la economía del país.

Según indican los pronósticos para los próximos meses, el régimen de lluvias será inferior a lo normal, teniendo en cuenta que actualmente estamos en temporada de sequía, por lo que se espera que los caudales y niveles de los ríos continúen bajos y se agraven.

El subdirector de Hidrología de la Dirección de Meteorología e Hidrología. Jorge Sánchez, confirmó a HOY/Nación Media que el río Paraguay es el que está más complicado, el Paraná también, pero las perspectivas para que sean bajantes históricas es para el primero.

“El más crítico es el río Paraguay, el Paraná también está con problemas de este lado y del lado argentino, pero es más crítica la situación en el río Paraguay”, expresó.

Explicó que, la falta de lluvias sumada al cambio climático, son las principales causas de que los ríos estén bajando a ese ritmo, sin embargo, aclaró que estamos atravesando por una temporada caracterizada por la sequía, principalmente en julio. No obstante, los niveles están muy por debajo de lo habitual.

La altura hidrométrica del río Paraguay en Asunción actualmente es de 0,58, se espera que para la próxima semana, con las lluvias que se pronostican, suba a 0,60, pero volvería a descender considerablemente a 0,42 en la quincena de julio, según se observa en el gráfico publicado por la Dirección de Meteorología e Hidrología.

De acuerdo a Sánchez, si bien en octubre y noviembre del año pasado se registraron lluvias intensas e inundaciones en gran parte del país, no fueron suficientes porque cayeron en la cuenca baja del río, no en la alta ni la media, por lo que, los descenso se comenzaron a dar.

“El periodo de lluvia no trajo esas aguas acumuladas en los sectores donde tenían que ocurrir y distribuirse bien para que en esta época, donde hay una bajante natural, estacional o normal, pudiera compensarse con las aguas de las nacientes”, agregó.

Alertó que las proyecciones no indican lluvias importantes que podrían ayudar a recuperar ese caudal y que, el río Paraguay y el río Paraná puedan recuperarse un poco.

Se espera que las precipitaciones importantes que acumularían de vuelta agua en la cuenca de los ríos ocurran en septiembre u octubre.

“El río seguirá bajando su estiaje, esperamos que en octubre se comporte como es normal y no nos dé una sorpresa, porque ahí estaríamos muy complicados”, sostuvo.

En octubre del 2021 el nivel del río Paraguay en Asunción superó la marca histórica con menos 75 centímetros. El subdirector de Hidrología explicó que se debe esperar hasta ese mes para determinar si hay o no un nuevo descenso histórico, pero el panorama no es nada alentador.

LA NIÑA, DE MODERADA A DÉBIL

Jorge Sánchez explicó que en nuestro sector, La Niña está asociada a la falta de lluvias, sin embargo, es un error relacionar la situación actual de la bajante de los ríos, con este fenómeno.

“Este año tuvimos El Niño, pero no tuvo el comportamiento esperado. No sabemos si La Niña va a comportarse como dice. Es un porcentaje alto el que se instale entre agosto y septiembre, pero no quiere decir que sus efectos sean como en otras temporadas”, acotó el profesional.

Actualmente en fase neutral, es alta la probabilidad de que este fenómeno se manifieste en nuestra región, sin embargo, alcanzaría apenas la calificación de “débil”, conforme a como indican los pronósticos.